Por: Montgomery Piedra Valencia
Establecer el rol de moderador del docente en un ambiente virtual de aprendizaje no es tan sencillo, porque se trata de guiar una conversación hacia un proceso de aprendizaje, y además porque para lograr ese cometido debe adoptar una voz y un tono que permitan y promuevan la participación del estudiante, de forma tal que el conocimiento se construya de manera colaborativa y colectiva.
El moderador como guía desde al lado es fundamental, debe hacer seguimiento a todas las intervenciones que hacen los estudiantes orientando, emitiendo sus sugerencias o recomendaciones, y cediendo espacio para la creación y reafirmación de conocimientos. Además el moderador puede evaluar una participación, porque en ella se puede detectar si el estudiante leyó, investigó, y si está fortaleciendo su aprendizaje a través de los contenidos y el aporte de sus compañeros.
El foro, el chat, la Wiki, el blog o cualquier plataforma que esté usando el moderador en el desarrollo del curso virtual, es el aula de clase. Por lo tanto se debe hacer claridad siempre sobre la pertinencia central del maestro en el proceso de enseñanza y aprendizaje, porque puede pasar que el estudiante sienta que con los solos contenidos y sin acompañamiento, sea capaz de lograr los objetivos del curso. Aunque tampoco hay que descartar que el moderador suponga o confunda que la educación en línea no requiere de su participación directa, porque el docente es un guía desde al lado.
Por lo tanto el correo electrónico personalizado, o cualquier mensaje personal sensibiliza, porque el estudiante asume de esta manera, que sí se está teniendo en cuenta y que no es un aprendiz más de una comunidad virtual de aprendizaje. Las correcciones, sugerencias, recomendaciones e inclusive los reconocimientos, deben hacer parte de la moderación en los cursos virtuales. Enviar trabajos y participar en foros y todas las actividades establecidas en las CVA, deben hacer sentir al docente y a los estudiantes como en el aula de clases presencial, y no permitir que la virtualidad en lugar de unir, separe. Un párrafo subrayado, una frase resaltada, o citar el concepto de un estudiante a vuelta de correo en un trabajo, o al final de un foro, significa que el moderador sí está pendiente de sus estudiantes, y esa acción motiva a la participación individual y colectiva.
El avance y rápida aceptación mundial de la virtualidad en la educación dan pie a que se analice e investigue permanentemente sobre formas de transmitir conocimientos a los discentes, con la intención de establecer que “la virtualidad es solo otra forma de presencialidad”, (Argüello, Congreso Desconectados 2011), y la moderación integrada a roles, voces y tonos, demuestran además que el docente siempre estará presente en la educación porque no se puede asumir que el rol del maestro, es el de simple director de contenidos, sino que es el guía y orientador del estudiante en su proceso de enseñanza-aprendizaje.
El moderador como guía desde al lado, debe obtener un avance en los diálogos que se creen dentro de los Ambientes Virtuales de Aprendizaje, teniendo en cuenta que el estudiante así esté presente solo de manera asíncrona y virtual, es un ser humano y no un artefacto con capacidad y necesidad de conocimientos. Esta relación entre humanos debe facilitar el intercambio de ideas y conceptos que lleven a la utilización de modelos y estilos de aprendizaje diversos, que potencien de manera integral buenos resultados en la evaluación de todos los actores que hacen parte de la moderación en Ambientes Virtuales de Aprendizaje.
El rol del docente en los AVA, también debe permitirle analizar los logros alcanzados y detectar las falencias en el proceso de acompañamiento y guía de procesos educativos, para que pueda reflexionar adecuadamente utilizando una voz y tono adecuados, en aras de construir conocimiento de manera colectiva en comunidades con sentido crítico, participativo y propositivo, encaminadas a interactuar a través de las oportunidades que ofrece la tecnología.
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