Sí hay oportunidad de aprender y de enseñar. Sí hay ocasión de escuchar y ser escuchado, recurriendo al uso de la pedagogía de la palabra hablada. Sí hay momentos de escribir y ser leído. Sí hay sensibilidad física y psíquica en el ser humano. Aún queda espacio en el universo y en el planeta tierra para albergar al hombre. El ojo siempre está en movimiento y mira, incluso cuando cierra su párpado en medio de un hipnotismo mediático que pretende adormecer y transformar los sentidos a favor de un régimen económico establecido por grupos pequeños, muy pequeños, con ansias y ostentación de poder. En el tema de la enseñanza y aprendizaje, evocamos el pasado y rescatamos la práctica de la oralidad. El diálogo debe partir desde la coyuntura familiar en donde, hasta la hora de la comida y el momento de esparcimiento, puedan ser espacios de participación, proponiendo, escuchando, llorando, riendo, degustando, abrazando y desde la unidad genética, aceptar y respetar la diversidad de gus
Comunicación e Informática Educativas