Por: Montgomery Piedra V.
Foto: clase2punto0 |
Se escucha el clamor de una porción de nación
levantando su voz en aras de proponer actividades que la lleven a una paz
efectiva, eficaz y duradera, en oposición a otra porción de nacionales que con
la misma intención de paz, atizan el fuego de la violencia y acuden a cualquier
excusa bien sea de tipo político, económico, y hasta deportivo, con palabras y
acciones –publicadas en los medios de consumo masivo- de combate que solo
construyen odios y rencores, opinan los primeros. Se podría pensar que debería
existir una tercera porción de ciudadanos que ya hayan llegado a su mayoría de
edad kantiana, y que estarían ubicados en esa delicada línea invisible
académica e investigativa sobre comunicación, cultura y sociedad, con libertad
para reflexionar sobre ambos bandos… perdón, ideologías, y exponer de manera
imparcial lo que sucede en la sociedad, entregando a sus audiencias análisis e
informes sin sesgo alguno.
Sin embargo, se plantean varios interrogantes pensando en
tejer relaciones entre comunicación y cultura desde esta mirada de las
ideologías o posturas ideológicas. Por ejemplo, ¿cómo persuadir a la industria
y al mercado de la información para que en su quehacer económico como plantea
(Barbero, 2002), no “conviertan la libertad de expresión en libre comercio?”
(p.229-230). ¿Será que las ideologías o posiciones ideológicas de la masa están
mediadas y sesgadas por los medios de comunicación y sus informaciones? Si
resultara lo inmediatamente anterior ser una verdad, entonces ¿cómo convocarían
los que supuestamente apoyan el camino de la guerra para llegar a la paz, a
unirse a esta ideología, y de igual manera cómo lo harían los que supuestamente
quieren llegar a la paz aquietando el ímpetu de la cólera y la ira? Y en ese
orden de ideas, ¿cuál sería el informe que mostrarían los mayores de edad
–kantianos- atendiendo a estos supuestos?
Ciertamente, los anteriores son sólo algunos
cuestionamientos que pueden resultar desde esta óptica, al tratar de llegar a
acuerdos que aporten al desarrollo de un pensamiento que no se deje influenciar
por titulares belicosos de prensa, de comentarios de radio, de publicaciones en
redes sociales, o también de producciones de televisión que pretendan enmarcar
a la sociedad en ‘equis’ o ‘ye’ cultura o subcultura, si no que por el
contrario vea en estas producciones que se mueven pensadas desde la industria
–existirán algunas excepciones-, una alternativa para construir una identidad
que le dé sentido y valor a los hechos conservando la capacidad de asombro,
útil probablemente para crear movimientos sociales que trasciendan a la
convicción de querer hacer nacionalismo a partir de contiendas mediáticas o
mediatizadas.
No obstante, (Barbero, 2002) expone que “al mismo tiempo
que los medios masivos mezclan, hibridan también separan, esto es ahondan
refuerzan las divisiones sociales, rehacen las exclusiones que vienen de la
estructura social y política legitimándolas culturalmente” (p. 148). Así las
cosas, se reconoce entonces un origen de estas separaciones ideológicas, y
tienen que ver directamente con realizaciones de los medios masivos de
comunicación.
Empero, que este encuentro no sea de ninguna manera una
opción para satanizar a los medios y tampoco a los artefactos informáticos que
van de la mano con las telecomunicaciones y las producciones de capital, por si
se ocurriera pensar en ello. No. Se hace necesario entonces ir al encuentro de
opciones para no reñir contra lo inevitable. Para no ir contra la corriente y
ver el océano de la globalización lleno de náufragos. Tampoco se pretende ver
desde aquí un sesgo en este sentido. La reflexión y la crítica no se pueden
desechar. La oposición tampoco. Pero sí debe ser posible una mirada consciente
que posibilite la forma de apropiarse también de lo que se encuentra en el
contexto, y hacerlo de utilidad social.
Porque, ¿cómo y para qué evitar ser parte de las TIC y
sus artefactos en la vida diaria de un país en desarrollo, si al finalizar el
año 2013 Colombia contaba con más de 50 millones de líneas móviles y más de 9
millones de conexiones a internet según el balance anual de MinTIC?
(Portafolio.co, 2014). Lecturacompleta...
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