Por: Montgomery Piedra
Valencia
Crear una biblioteca escolar cuesta
mucho dinero. Los presupuestos para las instituciones educativas en este
sentido, atraviesan por pruebas piloto por parte del Estado. Sin embargo, el
Ministerio de Cultura está trabajando para que las bibliotecas públicas municipales
de Colombia provean libros a todos los ávidos de sueños, esperanzas y
conocimientos: los lectores.
En este sentido, y con la meta de
promover la lectura, en la Institución Educativa El Águila (I.E.E.Á), del
municipio que lleva el mismo nombre, El Águila, ubicado en el departamento del
Valle del Cauca, se desarrolla el proyecto Leer es mi cuento: las águilas leen,
sin contar con una biblioteca escolar que cubra las necesidades de cerca de 900
estudiantes, que en un alto porcentaje son niñas y niños campesinos que se desplazan a las
sedes escolares, desde la zona rural.
No obstante, después de hacer un
recorrido por la biblioteca pública municipal (B.P.M) Francisco Velásquez López, se creó una alianza entre
las dos entidades (I.E.E.Á y la B.P.M), que después de diez meses ha permitido que
los estudiantes de la institución tengan acceso a los libros, y de esta manera alcancen y superen las metas propuestas en el tema de lectura y escritura conforme a los
estándares básicos de competencias propuestos por el MEN.
El proyecto comienza por motivar a los
estudiantes a leer cuentos acordes a la edad de ellos, en aras de adquirir
competencias en comunicación lingüística en lectura en voz alta, como la
articulación, la fluidez, el ritmo, la expresividad y el volumen. Así mismo, se
realiza un trabajo sobre competencias en lectura comprensiva, ortografía, vocabulario
y creación literaria.
Así las cosas, la biblioteca municipal
presta los libros durante 20 días, y además permite llevarlos para las casas.
Bajo estas magníficas condiciones, durante el año escolar, desde la asignatura
de Lenguaje se motiva a los discentes de secundaria para que se lean un libro en
este lapso de tiempo y después presenten un informe de lectura de cada texto
leído. De esta manera, obtienen la máxima calificación que en el caso de la
I.E.E.Á., es diez, calificación que se suma a las demás durante cada periodo y,
por ende, sube el promedio de la evaluación final, situación motivadora para
los estudiantes. De la misma manera, la biblioteca les facilita a las sedes de
primaria, la “Maleta viajera”, cuyo contenido es de una gran variedad de libros.
Cabe anotar que, algunos estudiantes
han superado las expectativas y durante el año escolar han leído más de 30 libros,
entre los de papel y digitales. Al preguntarles el porqué del gusto por la
lectura, algunos responden “me siento muy bien cuando una historia me atrapa, y
no soy capaz de dejar el libro hasta que no lo termino de leer”. Y fue
así como nació el club de lectura de la I.E. El Águila, La Odisea del Lector,
liderado por buenos lectores del grado décimo.
En consecuencia, la alianza de las
instituciones educativas con las bibliotecas públicas municipales son un gran
apoyo para la educación nacional. El programa Leer es mi cuento: las águilas
leen, ha trascendido las aulas y ha llegado a los hogares, al campo y al
parque. Ahora es frecuente ver a miembros de la comunidad educativa leyendo en
cualquier lugar del municipio. Por lo tanto, es necesario que los libros sigan
llegando a las bibliotecas, porque sí es posible “atrapar” a niños, jóvenes y
adultos con la lectura. Porque sí es posible superar el analfabetismo, porque
sí es posible aprender a tildar las palabras, porque sí es posible mejorar el
vocabulario, porque sí es posible volar por los imaginarios de la literatura, y
aterrizar en el mundo real de las letras y las palabras, y porque sí es posible hacer de
Colombia un país lector.
Comentarios