Sin embargo, es bueno plantear posibles soluciones a los problemas. En ese sentido, es bueno recordar que la radio posibilitó en Colombia alfabetizar a muchos campesinos y además realizar el bachillerato. Todavía faltaban 40 años para que llegara internet y, Radio Sutatenza fue pionera en Latinoamérica en el proceso de llevar educación a los hogares a través de una estación de radio. Un radio, una cartilla y estar pendientes de la hora de transmisión de la clase radial, eran los requisitos que debían tener los estudiantes. ¿Será posible en el siglo XXI utilizar la radio para compartir conocimientos en primaria y secundaria?
La pandemia del año anterior sigue haciendo estragos al iniciar el nuevo. El invento para tratar de mermar en las ciudades el tráfico vehicular y restarle un poco de contaminación al planeta de acuerdo al llamado ‘pico y placa’ que ordena de acuerdo al número final de cada placa, cuáles vehículos pueden transitar, ahora se hace efectivo en los ciudadanos que también pueden salir a la calle o adquirir bienes y servicios, pero de acuerdo al número de su documento de identidad y el día de la semana. Todo por cuenta del Covid-19 y el creciente contagio. La cuarentena continua.
El 2020 ha dejado enseñanzas y cambios en muchos aspectos de la cotidianidad. Desde el cambio del saludo con el apretón de manos, el abrazo y el beso, por las venias y la unión de puños o codos para los que siguen suspirando por el contacto físico, hasta el pago de servicios públicos y compras por internet que, si bien existían, no habían alcanzado las dimensiones que los toques de queda y ‘leyes secas’ propiciaron para el bienestar de los que cuentan con internet. Ellos ya no hacen filas.
Nada quedó inmune al virus, ni la educación. Los docentes se ven en la necesidad de hacer cambios, adoptar metodologías educativas, crear nuevas e innovar de la mano de las TIC. La virtualidad llegó para quedarse. Dicen que a partir del primero de marzo comienza la presencialidad. Pero, ya es pan comido.
Por lo tanto, sería bueno retomar los contenidos escolares existentes, adaptarlos a clases radiales y en el transcurso del año ir creando nuevos. Los interrogantes no se hacen esperar. ¿Otra vez a cambiar lo que ya tenía hecho? ¿Más trabajo? ¿Responder mensajes de WhatsApp y además hacer grabaciones de audio para hacer una clase? ¿Y por cual emisora se van a transmitir las clases? ¿El colegio compró emisora?,(irónicamente). ¿Qué pasó con la libertad de cátedra? ¿Los padres de familia tienen radio o dinero para comprar uno? ¿Y quién les va a entregar a los estudiantes las cartillas? ¿Quién les va a recoger las cartillas? ¿Los estudiantes responderán a través de audios? Si el año pasado colapsó mi celular por fotografías, este será por audios. ¿Ellos van a imprimir las cartillas? No tienen para comer, mucho menos para sacar copias. Creo que el año pasado todo funcionó muy bien, no nos pongamos a inventar. Algunas cabezas con labios cerrados se mueven en sentido de aprobación.
En el preciso momento en el que se iban a responder las preguntas, una voz con acento extranjero decía: “en 200 metros gire a la izquierda en la rotonda”. Era la aplicación Waze. Tampoco iba conduciendo.
Comentarios