Como docente de informática y tecnología con una década de experiencia, he sido testigo de cómo las herramientas digitales, especialmente los blogs, pueden potenciar el aprendizaje y la expresión personal de nuestros estudiantes. Sin embargo, a veces me encuentro con publicaciones que me hacen reflexionar sobre si estamos aprovechando al máximo estas oportunidades.
Recientemente, uno de mis estudiantes publicó en su blog una fotografía sosteniendo un bombón en su mano, acompañada simplemente de la frase: "Aquí con mi BON BON BUM". Aunque aprecio su entusiasmo por compartir, me pregunto: ¿estamos realmente fomentando el desarrollo de competencias en escritura con este tipo de contenidos?
Escribir en un blog va más allá de expresar una simple frase, como solemos hacer en las redes sociales. Es una oportunidad para mejorar la coherencia y la cohesión en cada publicación, y hasta desarrollar un estilo propio en la redacción. En este sentido, y con un toque de ironía, les propongo el siguiente texto para motivarlos a escribir:
Sosteniendo mi BON BON BUM.
Suspiro y pienso en lo agradable que es escuchar una clase chupando mi bombón. Maravilloso será el día en que los profesores me permitan hacerlo sin recibir un regaño. ¿Por qué no entienden que el bombón es parte de mí? Me entretiene, endulza mis días y siempre tengo la ansiedad de llegar hasta el final para encontrar ¡el chicle! ¡Ah! Eso sí que es adrenalina. Masticar el chicle durante horas, sabiendo que en solo unos minutos su dulzor desaparece. Pero eso no importa; en cada movimiento de quijada trato de recordar el dulce que me deleitó horas antes y sigo con la esperanza que por arte de magia, retorne a mi boca el sabor desaparecido.
En las clases hago mis exposiciones con el chicle en la boca, converso con mis compañeros y el chicle sigue dando vueltas entre el paladar y la lengua, y no puedo arrojarlo. Es más, en ocasiones me doy el lujo de guardarlo para masticarlo más tarde. Al final, y expreso, no sé cuál sea el final, tirar el chicle con la fuerza que el aire en mi boca lo permite, es motivo de alegría al darme cuenta que cayó bastante lejos de mí, para ir a parar a la suela de alguna despistada compañera que siente que una fuerza extraña no le permite avanzar en su caminar. No obstante, al fijarse en la suela de su zapatilla, ve el molesto chicle pegado ahí. El malestar no se hace esperar y hasta algunas frases innombrables se pronuncian al unísono con las carcajadas de los que presencian tan pegajoso acto.
Bueno...
Hasta aquí llega mi intento, quizás un poco exagerado, por demostrar cómo una experiencia cotidiana puede convertirse en una narrativa más rica y entretenida. Mi intención es motivarlos a explorar más allá de lo superficial y a utilizar el blog como una herramienta para expresar sus pensamientos de manera más profunda y creativa.
Cuando ustedes mejoren sus publicaciones, habrán alcanzado la dicha que nunca les fue negada: escribir por pasión y no por obligación. Los animo a que en cada entrada busquen esa voz propia, esa chispa que hace que leerlos sea un verdadero placer.
¡Adelante, el mundo de la escritura los espera!
Comentarios